Se levantó y se
frotó torpemente los ojos para quitarse las legañas que aún le emborronaban la
vista. Medio a oscuras, aún pudo empezar a vestirse antes de desplomarse en
suelo como un saco tras los excesos de la noche anterior. “Me queda el
consuelo”, se dijo, “de morir con las botas puestas.”
*
Se alzó y se
frotó descuidadamente los ojos para deshacerse del humor que aún le
dificultaba la visión. Medio a oscuras, aún consiguió comenzar a guarnecerse
antes de caer al suelo como un saco* tras el desenfreno de la última víspera.
“Me resta el alivio”, pensó, “de perecer con las botas calzadas.”
* Porque "como un saco" es una expresión y no sabía si sustituirla también...
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